Muchos fines de semana solemos preparar recetas de fuera, internacionales y sobre todo recetas de cocina japonesa, como las gyozas que cocinamos hoy y que triunfan cada vez que las preparamos
Ya hemos anotado en el blog de recetas cómo preparar sushi, desde dónde comprar los ingredientes, arroces, vinagres… hasta cocer el arroz y preparar nuestras piezas de sushi.
Este fin de semana nos hemos animado a preparar gyozas, unas empanadillas japonesas que se cocinan al vapor y que no os dejarán indiferentes.
La particularidad de estas empanadillas japonesas es la manera de cerrarlas, con unos pliegues característicos y algo complicados de hacer si no tenemos práctica.
Además, se cocinan al vapor, después de dorarlas en una sartén muy caliente.
Masa para gyozas
Para preparar la masa de gyozas podemos seguir una receta muy sencilla. Esta masa se prepara únicamente con harina y agua hirviendo. Será suficiente poner la harina en un bol e ir añadiendo el agua hirviendo poco a poco y removiendo con unos palillos o un tenedor hasta que se formen pequeñas bolas. A mano es mucho más complicado. Cuando sea más o menos manejable formaremos una bola con las manos, es una masa bastante dura y difícil de manejar.
Una vez hecha la masa, tendremos que estirarla, bien con rodillo o con una máquina de pasta y cortarla en círculos de unos 8 cm, con un vaso o con un cortapastas.
Todo esto es mucho más sencillo si vamos a nuestra tienda asiática y compramos masa para gyozas congelada, ya lista para utilizar. También podríamos salir del paso con masa para wonton.
En nuestro caso, utilizamos masa congelada.
Cómo cocinar las gyoza
Cuando tengamos nuestras empanadillas japonesas listas, siguiendo la receta que os dejamos más abajo, tendremos que cocinarlas. Existen varias formas de cocinar estas empanadillas, aunque la que más nos gusta es la que hemos utilizado y conocida como Yaki Gyoza, consiste en dorar las gyozas a fuego muy fuerte en una sartén antiadherente y a continuación cubrirlas con agua para que se cuezan.
También es muy habitual preparar esta receta de cocina japonesa al vapor, sin dorar previamente las empanadillas. Esta técnica se conoce como Mushi gyoza y para ello podemos aprovechar el recipiente varoma de la thermomix.
Además de estas dos técnicas para esta receta de cocina japonesa, podríamos freir las gyozas en abundante aceite (Age gyoza) o hervirlas en agua (suy gyoza) aunque como más nos gustan es con la primera técnica que os hemos contado.
Receta de gyozas
- Masa para gyozas
- 1 col china cortada en trozos pequeños
- 200 gr de carne de cerdo picada
- La parte verde de una cebolleta picada
- 1 cucharadita (cafe) de jengibre rallado
- 3 dientes de ajo picados
- ½ cucharilla de sal fina
- 2 cucharillas de miso rojo. Si no tenemos miso, se puede quitar y añadir algo más de sal
- Un chorrito de aceite de sésamo, o de oliva en su defecto.
- Una punta de azucar moreno
- Un chorrito de salsa lea & perrins
- Pimienta
- Agua para mojarnos los dedos
- Mezclamos en un bol grande todos los ingredientes hasta que queden bien integrados.
- Colocamos una masa de gyoza sobre la palma de la mano y colocamos en el centro una cucharada pequeña de nuestro relleno.
- Pasamos el dedo mojado en agua por todo el borde de la masa y cerramos por el centro.
- Vamos cerrando el resto de la empanadilla, haciendo pliegues en uno de los lados, de forma que un lado quede plano y el otro con los pliegues.
- Para cocinarlas, colocamos una gota de aceite en una sartén antihaderente y cuando esté caliente cocinamos hasta que se doren por uno de los lados.
- Sin quitar la sartén del fuego, añadimos agua hasta tapar un cuarto de empanadilla y tapamos para que se cocinen al vapor durante unos seis minutos.
- Transcurrido el tiempo, destapamos y dejamos que se evapore el agua que quede y se doren un poco más.
Degustación
Podemos acompañar las gyozas con salsa de soja, o con una salsa preparada con 3/4 de salsa de soja y 1/4 de vinagre de arroz y con una gindilla o aceite de sésamo.
He de reconocer que son un auténtico vicio y en casa nos gustan bastante a grandes y pequeños, además el característico olor de la col y la carne nos trasladan y nos recuerdan alguno de nuestros viajes.
Reconocer también que no he logrado el cierre y terminé cortando la oblea con forma para intentar simularla. Poco a poco iremos mejorando esta receta de cocina japonesa que tanto nos gusta.
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