Hace unos días os contamos en una entrada, la primera parte del viaje a Bruselas, centrado sobre todo en restaurantes recomendados donde comer. Hoy vamos a contar donde comer y un poco qué vimos en Brujas. Aunque sólo estuvimos un día, por lo que sólo dió para una comida y cena.
Como llegar a Brujas
Para llegar a Brujas cogimos un tren en la estación Central de Bruselas. En una hora si cogemos un tren IC (no realiza prácticamente paradas intermedias) y por unos 13 euros estaremos en Brujas. Desde la estación es viable ir andando hasta el centro de la ciudad, si no también podemos coger un autobús.
En nuestro caso y al ir con niños, decidimos hacer noche en esta ciudad, aunque muchos viajeros suelen hospedarse en Bruselas y hacer la visita en el día que es viable. Nos alojamos en el hotel BlaBla, en una casita típica Belga muy acojedora, nos dieron la suite ubicada en la azotea. Este hotel de Brujas es perfecto, limpio, atención excelente por parte de David, su dueño, aunque quizá para viajar con niños eligiríamos otro tipo de alojamiento. Por la mañana decidimos desayunar en el hotel y no nos equivocamos, ya que estaba todo perfecto.
Restaurantes en Brujas
Salimos de casa con varios restaurantes donde comer en nuestra lista. En un primer momento intentamos comer en Le Petit Cafe, en la Plaza de Brujas y la cara cuando nos vieron con una niña pequeña y un bebé en un carrito no fue muy agradable.
De este restaurante y dando un paseo, entre el hotel BlaBla y la Grand Place de Brujas encontramos el restaurante Aquarel, del que también llevábamos buenas críticas, así que nos animamos a probar suerte. El dueño nos comentó que estaba lleno pero en unos 15 minutos nos daba una mesa. Nos calentó la comida del peque y como hacía bueno en la calle, estuvimos esperando. Con la mesa preparada, salió a buscarnos, así que todo perfecto.
En este restaurante sólo podemos poner una pega, pedimos unas croquetas, al ver la carta vimos que la ración tenía 2 unidades y el precio era 12 euros, por lo que, ilusos nosotros, pensamos que serían dos señoras croquetas. Que sorpresa cuando nos traen la ración, un plato con dos simples croquetas de tamaño habitual y tampoco impresionantes, con un poco de ensalada mezclum.
Salvando esto, el resto de platos estaban bastante buenos, una lasagna boloñesa muy generosa y rica y un estofado de carne con frittes y ensalada, también muy rico. El ambiente en el local era muy tranquilo y el precio en la media del país, como ya dijimos los 50 euros no te los quita nadie.
Compras en Brujas
[wp_ad_camp_1]En Brujas nos encontramos con varias tiendas para comprar bombones con muy buena pinta. Además de las tiendas típicas de Leonidas, Nehaus… en una de las calles que salen de la Grand Place, podemos encontrar Dumon. En esta tienda podremos comprar bombones, chocolates y todo tipo de dulces Belgas a unos precios muy buenos.
Enfrente del restaurante Aquarel, que ya hemos comentado, hay una tienda con unos bombones bastante exclusivos y con sabores poco habituales. Si os apetece probar por ejemplo bombones de wasabi esta es vuestra tienda, aunque tendréis que pagar unos 64 eur / kilo para comer una de estas delicatessen.
Qué ver en Brujas.
Habitualmente con un día es suficiente para visitar esta ciudad. La Grand Place y la Place Burg… son parada obligatoria, así como su torre Belfort a la que podremos subir.
Es muy recomendable perderse por sus calles y pasear por sus canales, así como dar un paseo en barca, que nos costará unos 7 euros por persona y nos llevarán por alguna zona a la que no se puede llegar a pié.
En la ciudad hay algún museo de la cerveza y del chocolate, así como de la patata frita tan típica de este país que si tenemos tiempo y nos apetece podremos visitar.
La ciudad de noche también merece la pena, a última hora de la tarde vemos como gran parte de la gente que venía por la mañana vuelve hacia el tren y todo el casco antiguo se queda muy muy tranquilo, con algún restaurante abierto y prácticamente sin gente por sus calles.
Que pasada de ciudad. Espero poder visitarla algun dia