En la red hay muchos consejos y trucos para conseguir montar nata sin que se convierta en mantequilla, para que quede firme y no se baje y con un buen sabor.En mi caso y a base de tortas, he ido quedándome con los que me van bien, ya que podemos aplicar todos (se me hacen muchos), no aplicar ninguno (pasa lo que pasa) o ir probando hasta obtener buenos resultados.
Os voy a enumerar lo que yo tengo en cuenta para conseguir nata firme y de manera sencilla:
– La materia prima, es decir, la nata. Debe tener una materia grasa del 35% o superior. Es importante fijarse en este detalle que nos facilitará mucho la labor, la mayoría de las natas de marca blanca tienen un 33% de materia grasa, lo que no impide que se monte, pero sí complica un poco la cosa.
– La temperatura, es importante que tanto materia prima como recipiente donde se va a montar estén frios, sin llegar a congelar, pero frios.
– El azucar a utilizar será normal, blanquilla, si utilizamos glass estaremos preparando chantillí, que no es malo, pero es diferente. Siempre se incorpora una vez montada la nata, incorporando con una lengua de gato con movimientos ciruclares.
– Es recomendable, sobre todo si montamos con varilla eléctrica ir por pequeñas cantidades, tardaremos menos tiempo y mancharemos menos.
– Una forma de comprobar si la nata está montada es girar el recipiente y que la nata se quede firme sin caer. Por favor, si giráis un poco el recipiente y veis que resbala por las paredes… no sigáis, no me hago responsable de cómo puede terminar la prueba.
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