Estáis a tiempo de preparar este bizcocho de limón con glaseado, para el café o para el desayuno de la semana.
Este bizcocho de limón, sabe a limón porque lleva… limón 😀 No lleva ni yogures, ni gelatinas, ni aromas.. NO, lleva limones y el resto de ingredientes habituales de cualquier bizcocho.
Por cómo se preparar y la cantidad de mantequilla que lleva queda un bizcocho muy esponjoso y agradable de comer y el glaseado de limón le da un toque dulzón y una textura muy buena, vamos, que es la nueva adicción de la casa, dejando a la par el bizcocho de naranja.
Maki sushi en casa, es posible y muy fácil. El fin de semana aprovechamos para preparar unas piezas de sushi con la peque de la casa. Si ella con cuatro años sabe como hacer sushi en casa, todos podemos!!
La experiencia ha sido muy divertida, se lo ha pasado muy bien manejando el arroz sobre las algas nori, hemos cocido el arroz para sushi siguiendo esta receta y hemos utilizado como aliño para el arroz un vinagre para sushi ya preparado, por lo que no hemos tenido que añadir azucar y prepararlo con antelación.
No queremos mostrar como hacer el mejor sushi, el sushi más bueno ni el sushi más original, simplemente os mostramos cómo iniciarse en la preparación de sushi casero y como hacer sushi en casa, poco a poco iremos mejorando nuestra técnica. Con estas piezas podemos tener una cena temática muy divertida y barata, ya que preparar sushi es barato.
Llevábamos tiempo con ganas de preparar esta receta de flan. La verdad que no hemos preparado nunca, quitando el típico flan de café, un flan de huevo casero, sin preparaos ni añadidos, un flan de huevo de los de toda la vida.
Esta receta de flan varía un poco la original, ya que añade fruta y vainilla, pero la variación es mínima a la del flan original y está delicioso. No lleva nada artificial y es un buen postre para los peques de la casa.
La receta la vimos hace unos meses, en un libro de thermomix regalo de nuestra presentadora. Desde entonces estamos a ver si la preparamos, pero no solemos comprar pera en almibar necesaria para esta receta.
Muchos viernes en casa preparamos pizzas caseras, nos gusta probar diferentes tipos de masa, ingredientes y horneados.
Hace tiempo que teníamos ganas de preparar una pizza de jamón ibérico y rúcula con una masa de pizza fina y crujiente. Se ha juntado que teníamos una nueva receta de masa de pizza para probar y un rico jamón para cortar y poner directamente sobre la masa.
Que mejor en un fin de semana lluvioso e invernal como este que cocinar red velvet cupcakes.
Hacía mucho tiempo que teníamos ganas de preparar esta receta de cupcakes y teníamos todos los ingredientes que compramos en esta tienda de repostería en navidades, pero no veíamos el momento, por tiempo y por… comernoslos!!
Estos cupcakes son una perdición un vicio absoluto, su textura de terciopelo como indica su nombre, húmedos y con ese aroma a vainilla es puro vicio.
Historia de los red velvet
La historia de este peculiar y rojizo bocado es difusa y cuenta con varias fuentes diferentes, por un lado se comenta que el color rojizo era ocasionado por el vinagre del buttermilk y el cacao, mientras que también se lee que con los alimentos racionados durante la primera guerra mundial, los panaderos utilizaban remolacha hervida en sus preparaciones.
Hoy en día tenemos claro de dónde sale el color rojo de los red velvet, del colorante que se les añade, aunque podemos conseguir cocinarlos sin él. Suele ir acompañado de frosting de queso o vanilla, siempre muy blanco, que contrasta perfectamente.
Preparar Buttermilk o comprarlo hecho
La receta de red velvet se caracteriza por contar entre sus ingredientes con Buttermilk o suero de leche. En las zonas costeras donde residen extranjeros, es muy frecuente encontrar Buttermilk en lidl u otros supermercados, ya que es un producto muy consumido, además muy muy barato. Se encuentra en la zona refrigerada junto a las mantequillas. En la zona centro esto es más complicado y sólo en algunas grandes superficies o tiendas especializadas, podremos encontrar el suero de leche.
Si queremos preparar buttermilk en casa, es muy sencillo, sólo tendremos que mezclar 200 ml de leche con unos 15 gr de zumo de limón, más o menos medio limón, removerlo y dejarlo actuar unos 10 minutos y ya tendremos listo nuestro suero de leche.
Animaros a preparar estos bocados de red velvet, en cupcake, en bizcocho, en bundt, está increiblemente bueno!!!
En casa los hemos preparado con la peque y los hemos terminado de decorar en su horno y cocina, se lo ha pasado pipa emulando a sus programas favoritos de la tele y ha estado como loca.
Y que mejor para terminar la tarde que pegarle un bocado a uno de estos cupcakes… o a dos!!
1 cucharada de extracto de vainilla o un sobre de azúcar vainillado
Colorante rojo
Para el frosting
- 200 gr de queso para untar
- 100 gr de azúcar glass
- 60 gr cucharada de mantequilla a temperatura ambiente
- Una cucharadita de extracto de vainilla
Elaboración
Tamizamos harina, cacao, bicarbonato y levadura y la pizca de sal en un bol y reservamos. Prepararemos también el buttermilk si no lo tenemos comprado o listo con anterioridad.
En un bol amplio, mezclamos con la varilla eléctrica la mantequilla a temperatura ambiente con el azucar glass. Cuando esté integrado y se haya formado una pasta, añadimos el huevo y mezclamos con la varilla.
Añadimos la mitad de la mezcla de harina y mitad de buttermilk e incorporamos con las varillas a baja velocidad, lo justo para que los ingredientes estén uniformes.
Incorporamos el resto de los ingredientes y terminamos de incorporar con la varilla, a baja velocidad y sin excedernos en el tiempo.
Añadimos poco a poco el colorante y removemos con la espátula hasta que nuestra masa adquiera el color rojizo adecuado.
Precalentamos el horno a 160º y vamos preparando nuestros moldes, introduciéndolos en la bandeja de cupcakes, engrasando con spray desmoldante y rellenando con un sacabolas, hasta dejar aproximadamente un dedo al borde.
Horneamos durante unos 18 minutos, en función del horno, o hasta que pinchemos y el palo salga seco.
Dejamos reposar 5 minutos en la bandeja y pasamos a la rejilla.
Para el frosting de queso
Con el queso muy frío en un bol, añadimos el azucar glass y la vainilla e incorporamos con la varilla, durante unos 3 minutos aproximadamente.
Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente, en punto pomada y con la ayuda de las varillas, durante unos 3 minutos, incorporamos con el queso y azucar.
Posiblemente este sea el mejor arroz con setas que hemos cocinado hasta el momento. Uno de los puntos claves para conseguirlo ha sido la calidad de los ingredientes, cada vez tenemos más clara la diferencia de usar productos de primera calidad en nuestras recetas. Cuando decimos de primera es de primera, no es que habitualmente compremos cosas malas, pero muchas veces las prisas y las grandes superficies no tienen la verdura más fresca ni el jamón más apropiado.
Los boletus edulis que hemos utilizado en la receta han sido recogidos en @#~@#~@#~ (cifrado, estas cosas desgraciadamente no se pueden compartir 🙂 ) y son deliciosos. Aun no estando recién recogidos del campo, aportan un sabor intenso y una textura increible a nuestro arroz.
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