Los que tenemos o han tenido niños saben la de trastos y aparatos que traen debajo del brazo. Entre ellos está el esterilizador, para matar todos los bichitos de los biberones y chupetes que usan los peques.
Bien es cierto que con el primero no te esterilizas tú de milagro, una neura maligna invade tu personalidad y te hace esterilizar lo ya esterilizado por si acaso. Con el segundo… bueno, será suficiente con mojarlo un poco debajo del grifo, total, tampoco será para tanto. Con terceros y posteriores ya ni grifo, un chupetón al chupete y para dentro, que lo que no mata engorda, y mira los otros dos qué sanos se han criado.
El caso es que esterilizar biberones a veces requiere de aparatos que nos quitan bastante espacio en la cocina, si son eléctricos, algo menos si optamos por un esterilizador para el microondas.
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